DANTA DE MONTAÑA POR SIEMPRE
Conservación Basada en Comunidades
Establecido 2017
Un animal grande necesita un territorio grande.
Si proteges ese territorio, también estás protegiendo
miles de otras plantas y animales».
~ George Schaller
Un proyecto de
En memoria de Sheryl Todd
“Trabajamos con las comunidades locales para conservar los últimos refugios de la danta de montaña.”
La Danta de Montaña
Tapirus pinchaque, su nombre científico hace referencia a su naturaleza misteriosa y esquiva, como un fantasma de la noche.
La UICN estima una población de sólo 2500 individuos para la danta de montaña y en declive. ¡Esta especie requiere las contribuciones más urgentes de los defensores del tapir de todo el mundo!
©2024 Sergio Sandoval
Nuestro enfoque
Héroes anónimos de la conservación, como Víctor Flórez, protegen vastas áreas de páramo que en el pasado fueron transformadas para la ganadería en la cordillera central de Colombia. Hoy, esos territorios han vuelto a ser refugios para la danta de montaña, el oso de anteojos, el puma, el frailejón y cientos de especies más, asegurando además un flujo constante de agua para las comunidades que viven aguas abajo.
Nuestro enfoque une la investigación científica con la acción comunitaria para conservar la danta de montaña y su hábitat. A través de una red de Centros Comunitarios de Conservación (CCC) establecidos en sitios estratégicos de los Andes, buscamos trabajar junto a universidades y centros de investigación para que estos espacios sirvan como destinos para prácticas, tesis y cursos de campo. Al mismo tiempo, las comunidades locales lideran el monitoreo de la biodiversidad y desarrollan actividades productivas sostenibles, demostrando que la ciencia puede convertirse en una herramienta real para proteger la naturaleza y fortalecer el bienestar rural.
Noticias
Centros Comunitarios de Conservación
Estamos construyendo el primer Centro Comunitario de Conservación (CCC) para la danta de montaña: un espacio donde confluyen las comunidades locales, la ciencia y el turismo rural.
Creemos en el valor del conocimiento ancestral y lo integramos en prácticas de agricultura, construcción, alimentación y vida cotidiana.
Nuestro trabajo se guía por principios de permacultura. Empezamos literalmente con las manos en el barro, levantando el primer CCC con materiales locales y trabajo comunitario. Queremos crear las condiciones para que la investigación científica florezca aquí, generando ingresos sostenibles para las familias que conviven con la danta y aportando conocimiento clave para su manejo y conservación.
Nuestra investigación es aplicada. Estudiamos la regeneración y las dinámicas del bosque nativo donde vive la danta para llevar esos aprendizajes a los sistemas productivos en las zonas de amortiguación. Apostamos por la agroforestería sintrópica como camino para replicar procesos ecológicos del bosque en los territorios comunitarios, una meta central a mediano plazo.
El concepto de CCC se inspira en la Maloca, espacio ancestral de encuentro social, cultural y espiritual. Así, un CCC es a la vez centro de conservación, escuela de conocimientos nuevos y puente para revitalizar la sabiduría tradicional.
Nuestro enfoque busca alejarnos del modelo industrial que simplifica la vida y genera problemas, como las plagas, que luego intenta controlar con soluciones dañinas. Preferimos aprender del bosque: un sistema que nadie fertiliza ni fumiga, pero que se mantiene sano gracias a su diversidad. Bajo esa lógica, aspiramos a que la danta no sea una especie amenazada, sino una especie en vías de conservación real y duradera.








Los defensores del tapir son una pieza clave de nuestra estrategia
Cuando las personas se unen a nuestra iniciativa para proteger a la danta de montaña, todo empieza a transformarse en favor de la especie. Nuestros aliados pueden participar de diversas formas: los benefactores como voluntarios, los estudiantes realizando sus prácticas, y los investigadores permaneciendo en el territorio para estudiar a la danta, su ecosistema y las especies que comparten su hábitat.
